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Cultura Digital 1. Contenidos esenciales
Corte 1

Ciudadanía Digital 

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​CONTENIDOS ESENCIALES SEMESTRE 2024B

  • Ciudadanía y huella digital

  • Riesgos en el ciberespacio

  • Criterios de búsqueda de información 

Ciudadanía y huella Digital

     En el Artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos [1] de la Organización de Naciones Unidas, se menciona que Toda persona tiene derecho a una nacionalidad”, por ende, todos tenemos el derecho de ser reconocidos como ciudadanos de algún país.

¿Pero qué es ser ciudadano? o ¿qué significa este concepto de ciudadanía?

      Me gustan mucho las ideas que José Manuel Robles Morales plasma al respecto en su libro Ciudadanía digital. Una introducción a un nuevo concepto de ciudadano:

     Desde la polis ateniense, hasta los modernos estados-nación, desde las ciudades romanas hasta las repúblicas renacentistas, la idea de ciudadanía ha estado tradicional y estrechamente ligado al concepto de comunidad[2].

    Y efectivamente, dice Robles Morales, comunidad y ciudadanía son dos conceptos estrechamente ligados que uno sería difícilmente entendible sin el otro.

  

     Aristóteles afirmaba que el hombre es un ser social por naturaleza, ya que requerimos de los otros para poder sobrevivir. De hecho, el avance del mundo se ha logrado gracias a la colaboración de muchos individuos, es decir, gracias a vivir y trabajar en “comunidades”.

    Las comunidades definen intereses comunes y suelen generar reglas de comportamiento compartidas y aceptadas por los miembros, ya sea de forma explícita o implícita. Entonces, vivir en comunidades implica derechos y responsabilidades y esta es la base de la ciudadanía, que va más allá de un aspecto legal.

     A finales del siglo XX y principios del XXI se incrementaron las comunidades digitales transformando la realidad en la que vivimos en todos los ámbitos: social, cultural, económico, político, etcétera puesto que se constituyó un nuevo espacio de interacción-actuación que es compartido y se transforma constantemente[3].

 

     Así pues, los individuos cuya vida empezó a desarrollarse más por la Internet que en la vida real se convirtieron en los primeros “ciudadanos digitales” y en un lapso relativamente corto se sumaron miles a este nuevo espacio.

 

     Como en cualquier otra comunidad, se fueron haciendo de deberes y derechos tanto políticos como sociales.

     

     Los ciudadanos digitales, por definición, habitan espacios digitales. Utilizando un lenguaje menos metafórico, podemos decir que realizan sus actividades políticas y sociales a través de las tecnologías de la información y la comunicación, principalmente a través de Internet[4].

 

     Este espacio digital es un espacio virtual que ocupa megas o gigabites en servidores personales o de compañías privadas.

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     Robles Morales afirma que este espacio se concibe como un lugar en el que los internautas realizan una amplia variedad de actividades que abarcan desde el ocio hasta la participación social y política.

     En lo que respecta a las actividades sociales, estas tienen que ver con la construcción de espacios de interacción y generación de redes sociales que simulan o imitan a la comunidad. A este tipo de espacios se les suele llamar “comunidades virtuales[5].

     Basado en lo anterior, podemos decir que la ciudadanía digital son los derechos y responsabilidades que tiene el interactuar en comunidades virtuales.

 

     Tal y como lo hemos revisado, la ciudadanía es parte de una comunidad de derechos y deberes. Esto se vuelve de crucial importancia en el momento en que tanto las administraciones públicas como las empresas privadas legitiman la Red como un medio normal y normalizado para llevar a cabo gestiones oficiales[6].

     Si haces una investigación en la red hay muchas afirmaciones de lo que son los derechos y obligaciones digitales, pero muy pocas tienen el sustento de personas expertas. En este texto me apegaré a fuentes más fidedignas.

     Según un estudio realizado por un grupo de expertos en derecho y financiado por la empresa española FUNDESCO (Telefónica) para la Fundación Alternativas en el 2018, afirma que los derechos y obligaciones digitales es un tema tan complejo que sin temor a exagerar, se ha llegado a hablar de la necesidad de crear una “Constitución Digital”.

     “Quizá nos parezca exagerado este término, pero lo cierto es que lo digital tiene tales dimensiones –y está tan poco tratado por el derecho con una perspectiva coherente y estructurada– que no sería descabellado afrontar el estudio –y la posterior decisión política– del universo digital desde los numerosos ángulos jurídicos que posee[7].

 

     En el mismo documento mencionado se hace referencia a principios que conllevan los derechos mencionados:

 

a. Derecho a la accesibilidad a la red.

   En este derecho están implicados los gobiernos del mundo porque se obliga a los mismos a reducir la “brecha digital”, esto es: lograr que comunidades fuera de las grandes ciudades tengan acceso a señal de internet.

   Piensa en lo sucedido en la reciente pandemia mundial en 2020, tal y como seguramente lo viviste, de un día a otro los centros escolares tuvieron que migrar a medios digitales para continuar con el ciclo escolar, pero aquí, se hizo evidente que una gran parte de la población del país no tenía lo básico: señal digital, y no hablemos de equipo de cómputo para tomar clases en línea.

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b. Derecho a la educación.

     El derecho a la educación constituye un derecho fundamental que aparece consagrado en la constitución mexicana como derecho gratuito y obligatorio y por lo tanto no puede quedar exento a la ciudadanía digital.

     De la misma forma, resulta absolutamente obvio que la formación en contenidos digitales y en utilización de tecnologías de la información debe formar parte de los principios a alcanzar por los sistemas educativos.

c. Derecho a la libertad de expresión y a la información

     Siendo la Internet un “ágora” o “plaza pública”, la libertad de expresión más que un derecho es una acción natural de los medios digitales. Un comentario, una foto, una simple palabra es capaz de viralizarse y ser vista en unos cuantos segundos por millones de personas. Es así como el comunicarnos e informarnos es un derecho y característica del mundo virtual. Aquí hay que mencionar que esta misma característica nos da ciertas obligaciones que más adelante necesitamos revisar.

d. Derecho a la asociación y a la participación

     Cualquiera puede formar grupos en la red e interaccionar con personas para fines comunes. Bien puedes encontrar asociaciones religiosas, educativas, deportivas, etcétera que reúne miembros con algún fin común.

e. Derecho al manejo de la identidad online (huella digital).

     La identidad o huella digital se construye a través de la información que el ciudadano digital genera sobre sí mismo y también por medio del perfil de otros con los que interacciona.

     La huella digital, así como la “reputación online”, se construye con comentarios en un blog, en foros, en Youtube, perfiles, tanto personales como profesionales en Facebook, Twitter, LinkedIn, etcétera, imágenes, actividad laboral, trabajos subidos a la Red, vídeos, conciertos a los que se ha asistido, fiestas, etcétera.

     El derecho al manejo de la huella digital es el derecho que tiene el sujeto de ejercer un control sobre la información que sube a la Red, para modificarla o suprimirla.

     

     Una de las dificultades de este derecho es la accesibilidad universal a los contenidos que permite Internet, lo que dificulta el control de la posesión y conocimiento de dicha información aunado a la fácil posibilidad de replicar los contenidos de forma prácticamente infinita.

     Cierto, tenemos derecho a tener control de nuestra información y la mejor forma de hacerlo es cuidando los contenidos que subimos a la red. Recordemos que, una vez en la nube, ya no nos pertenecen.

 

g. Derecho a la protección de datos

     En el punto anterior hablamos de lo no formal, en este punto abordaremos el aspecto formal.

     La ley mexicana contempla para dependencias de gobierno y empresas privadas el llamado “Aviso de privacidad” ¿pero qué es esto? Veamos lo que instituto a la transparencia nos indica al respecto[8]:

     El Aviso de Privacidad es un documento que debes poner a disposición de cualquier persona a quien le pidas datos personales.

En el Aviso de Privacidad básicamente le informas a las personas lo siguiente:

● Quién eres (tu empresa o tú)

● Qué datos personales les vas a pedir

● Por qué necesitas pedirles esos datos y para qué los vas a usar

● Cuáles son sus derechos

● Cómo se pueden comunicar contigo o con tu empresa

 

     Los datos personales son cualquier tipo de información concerniente a una persona física que pueda ser identificada o identificable. Ejemplo: nombre, edad, lugar de nacimiento, sueldo, domicilio, correo electrónico, teléfono, etcétera

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(Nota: para ingresar al formulario de autoevaluación, asegúrate utilizar tu cuenta institucional)

Riesgos en el ciberespacio

     Ya hemos revisado que algunos de los derechos de la ciudadanía digital son: derecho al manejo de la identidad online y el derecho a la protección de datos.

     

     Según los expertos de la Fundación Alternativas, afirman:

Como elementos para determinar una educación completa en los entornos digitales puede resultar orientativa la distinción entre los riesgos de Internet y los riesgos en Internet. Los primeros son aquellos riesgos que van unidos a Internet de forma inseparable, mientras que los segundos son los riesgos que encuentran en Internet un medio idóneo para propagarse[9]. (el énfasis es mío)    

     Según el periódico El Universal[10] el incremento en los niveles de conectividad digital en el mundo y el avance de la tecnología han logrado en los últimos años, desarrollar mejores dispositivos portátiles o “gadgets” que han permitido a sus usuarios obtener mayor capacidad de almacenamiento y contar con más aplicaciones para el entretenimiento (Pokemon Go, Facebook, Twitter, Instagram, Tinder, Airbnb, entre otras), para la productividad (Waze, Uber, Google Maps, Google Drive, Office Lens, entre otras), etcétera.

     El incremento en el uso de “gadgets” ha impulsado el crecimiento de múltiples empresas, así como el número de transacciones comerciales y financieras que se realizan en línea a nivel global. Empresas de consumo masivo como Ebay, Amazone, Mercado Libre o Ali Baba se han constituido como emporios transnacionales cuyos volúmenes de venta han crecido de manera sostenida en los últimos años.

     Como lo venimos hablando, los beneficios de los intercambios en línea traen aparejados sus problemas y abusos.

 

     Se define como ciberdelito a las infracciones a la ley llevadas a cabo a través de medios digitales.

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(Nota: para ingresar al formulario de autoevaluación, asegúrate utilizar tu cuenta institucional)

Criterios de búsqueda de información en la red

Internet se integra por miles de redes que, a su vez, se conectan a millones de computadoras en todo el mundo. En esta gran red existe información de temas tan diversos como medicina, educación, leyes, religión y sociedad, por citar algunos.

Además de obtener información, también es posible realizar acciones como las siguientes, entre muchísimas otras:

- Comprar en línea.

- Disfrutar estrenos musicales y de películas.

- Interactuar con otras personas.

- Ver eventos deportivos.

 

Debido a que el acervo que existe en la red es enorme, resulta necesario conocer la forma de encontrar más fácilmente lo que buscamos.

Antes de ello es necesario que tengamos clara la diferencia que existe entre lo que es un navegador y lo que es un buscador.

Navegadores y buscadores

El navegador (web browser) es el software que utiliza tu computadora para reinterpretar el lenguaje o código en el que están escritas las páginas web.

¿Cómo es esto? Imagina que encuentras la siguiente página web:

Sin embargo, si abrieras esa página en un procesador de textos, encontrarías algo similar a lo siguiente:

Lo que hace tu navegador es reinterpretar el archivo, que incluye el texto que se despliega y las características de formato e interacción con el usuario escritas en código HTML y entre paréntesis angulares (<>). De este modo, puede mostrarte la página totalmente legible.

Existen diferentes navegadores. Todos ellos se configuran de forma similar.

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Por otro lado, los buscadores de internet o motores de búsqueda son sistemas informáticos que rastrean información en la web y la indexan. Cuando tú incluyes texto en un cuadro de búsqueda, se despliegan vínculos a las páginas en donde se encontraron coincidencias de alguna palabra o frase incluida en ese cuadro. Esta función se realiza mediante programas especializados llamados spiders (arañas) y algoritmos de búsqueda.

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Estrategias de búsqueda

Cuando buscas información en internet, hay una diferencia importante entre ser eficiente y eficaz.

Cuando buscamos información en la red, podemos ser solo eficientes, pero hay códigos que nos permitirán ser eficaces. ¿Cómo lo logramos?

La siguiente información te será útil, pero, antes de empezar, debes considerar lo siguiente:

 

1. Determinar con exactitud qué información se va a buscar en la web.

2. Determinar el objetivo que tiene obtener esa información. Este puede ser para usarla en una tarea escolar, un informe escolar, etcétera.

3. Pensar las palabras clave, abreviaturas y nombres más específicos que identifican mejor y de forma exclusiva el tema que vas a buscar.

4. Resumir las ideas, autores o textos que ya conocemos acerca del tema. Los conocimientos previos ayudarán a ser aún más efectiva la búsqueda.

5. Anotar palabras relacionadas o asociadas al tema en cuestión. Buscar sinónimos es una buena opción para hacer más efectiva la búsqueda de información en internet.

6. Con todas las palabras clave anteriores, pensar en frases literales, que pondremos entre comillas.

 

A continuación, te comento algunas estrategias que te ayudarán a mejorar tus búsquedas en la red:

 

  • Toma en cuenta que los buscadores no consideran conectores (el, mas, sus, las, los, etcétera), mayúsculas, minúsculas, ni acentos.

  • De preferencia, utiliza buscadores robots (que realizan la búsqueda mediante algoritmos), como Google, Yahoo o ASK.

  • Aplica operadores de búsqueda efectivos. Se trata de palabras que se transforman en herramientas que ordenan las búsquedas de una manera determinada. Por ejemplo: si anotas en la barra de búsqueda “filetype: pdf educación en México”, el buscador solo presentará documentos en formato PDF, que incluyen “educación en México” en nombres o etiquetas.

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Si quieres conocer más operadores que te permitirán hacer búsquedas más efectivas revisa el siguiente enlace

Internet es un universo de información, sin embargo, como no existen reglas para lo que se publica allí, cualquiera puede expresar ideas y afirmaciones de todo tipo, o hasta invitarnos a ser parte de supuestas organizaciones de beneficencia.

 

Obviamente, no todo lo que se publica es verdad.

¿Cómo verificar si lo que leemos en la red es cierto? ¿Existe algún método para saber si lo que encontramos allí es verdadero o falso?

A continuación, te presento una serie de estrategias que te ayudarán a validar la información en internet, redes sociales, correos electrónicos, etcétera.

1. Debes estar consciente de que la delincuencia siempre va un paso adelante y utilizará las mismas herramientas tecnológicas que tú (y a veces otras más avanzadas) para hacerte caer en el fraude. Por ejemplo, en las llamadas telefónicas que tienen la intención de robar datos personales para hacer phishing, los delincuentes aprovechan las mismas grabaciones que utilizan los bancos. En lo personal, me ha tocado ¡el sorprendente caso! de que el identificador de llamadas registra la llamada como si surgiera del mismo número del call center del banco.

En el mismo sentido, en correos y páginas web fraudulentas utilizarán los logotipos de las instituciones suplantadas.

2. Verifica la información en portales dedicados específicamente a eso. Hay dos sitios muy útiles:

a) Verificado.com.mx Es una página excelente que continuamente actualiza las noticias falsas (fake news).

b) FactCheck.org Este portal está en inglés, pero no te preocupes: puedes utilizar las herramientas de internet para traducirlo.

3. Si recibes por WhatsApp una noticia que te causa una fuerte reacción emocional, la cual te la mandó un amigo o familiar, quien a su vez la recibió de una fuente desconocida, desconfía inmediatamente de ella. Lo recomendable es que no la compartas, sino que la corrobores primero.

4. Un sitio web confiable, un mensaje de texto o una publicación siempre tendrán un autor reconocible. El desarrollo de contenidos suele generar costos y requerir cuantiosos recursos humanos. Por tanto, el anonimato no es propio de los sitios web confiables. Para identificar al autor u organismo detrás de un sitio web, busca enlaces como “contacto”, “quiénes somos” o “historia”. Es seguro que encontrarás el nombre de la persona o las personas responsables.

Considera también que encontrar fácilmente el nombre del autor, no garantiza que la información web sea cierta. Busca en la red quién es el autor y que prestigio tiene.

5. Un sitio web de calidad se actualiza periódicamente. No me refiero a que los contenidos deban actualizarse todo el tiempo, sino a que el autor o los autores suelen revisar permanentemente el sitio.

Por ejemplo, sabemos que el teorema de Pitágoras no cambiará de un mes a otro, pero alguna web que trate este contenido puede activar foros de consulta o redes sociales, interactuar con los usuarios, exponer nuevas ideas, etcétera. El objetivo será permanecer vigente.

Toma en cuenta que lo más importante no es el tiempo en el que se actualiza el sitio (1 año, 5 años) sino que  está activo.

6. Un sitio web de calidad define sus propósitos de comunicación y se guía por ellos. Si encuentras un sitio que, luego de recorrerlo, te permite determinar sus objetivos, significa que cumple con esta premisa. Esto indica que se dirige a un tipo de público definido y que enfoca sus publicaciones hacia él.

De todos modos, hay que tomar precauciones. Existen sitios con objetivos definidos, pero son violentos o dañinos. El sitio que visites debe tener propósitos que te hagan mejorar como estudiante y persona.

7. Un sitio web de calidad muestra sus fuentes. Ya explicamos que en la red cualquiera puede publicar lo que crea cierto o conveniente. Una web confiable siempre expone sus fuentes bibliográficas, si los temas lo requieren. De esta manera, puedes encontrar la fuente original o más información acerca del tema expuesto.

El mostrar fuentes fiables, hace que la información sea objetiva (no subjetiva).

Si las fuentes son válidas, los argumentos que presenta podrán sustentarse fácilmente.

8. Aunque quizá no te parezca importante, un buen sitio web también tiene un buen diseño y una navegabilidad bien estructurada. No contiene enlaces rotos, no muestra constantes mensajes publicitarios ni salta a otras páginas poco relacionadas con el tema tratado. 

Alguien que quiera robar tu información tratará de que ingreses fácilmente en sitios peligrosos. Si tienes instalado un buen antivirus en tu smartphone o equipo de cómputo, te avisará si estás visitando páginas riesgosas.

OJo: No te guíes solo por si tiene íconos, colores y textos llamativos. Aquí es más importante considerar la calidad de la información.

 

Google nos ayuda con la siguiente información en su sección Cómo comprobar si la conexión de un sitio es segura. Revísalo buscando este título en tu navegador agregando +Google y te aparecerá todo el artículo.

(Nota: para ingresar al formulario de autoevaluación, asegúrate utilizar tu cuenta institucional)

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